EL AUMENTO DE LA ABSTENCIÓN APUNTALA LA VICTORIA DEL PP EL 26-J



Será una victoria por agotamiento. El largo y frustrante proceso de negociaciones y bloqueo político ha producido en el electorado una sensación de hartazgo que se traducirá el próximo 26-J en una menor participación. La encuesta de Metroscopia elaborada para EL PAÍS pronostica que acudirá a las urnas un 70% de los votantes, 3,2 puntos menos que en diciembre. El PP se mantiene como primera fuerza. El PSOE y Podemos retroceden. Solo dos partidos ven recompensada su actitud durante este tiempo, Ciudadanos e IU, que crecen en apoyos.

El multipartidismo no fue un fenómeno pasajero el pasado 20-D. Sigue siendo la opción preferida por los electores, como refleja la encuesta de Metroscopia.
Pedro Sánchez no ha conseguido que sus votantes premien los esfuerzos desplegados durante este tiempo para construir una opción de Gobierno. Más bien parece que su opción inicial por establecer una alianza hermética con Ciudadanos, que cegó cualquier posibilidad de crecer por la izquierda o por la derecha, no ha sido entendida ni apreciada. Se mantiene como segunda fuerza más votada, pero con un 20,3% de los votos pierde casi dos puntos respecto a su resultado del 20-D.

Podemos sigue alejado del pretendido sorpasso a los socialistas, su pretensión de convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda. La encuesta le otorga unos apoyos del 18,1%, más de dos puntos por debajo de los que obtuvo en las pasadas elecciones. Uno de cada cinco electores que votaron a Pablo Iglesias entonces dice ahora que su intención es dar su voto a otra formación política (la mayoría de ellos a IU). Todo puede cambiar, sin embargo, si cuaja finalmente la voluntad de Podemos e Izquierda Unida de presentarse a las urnas en coalición.

Albert Rivera, a diferencia de Sánchez, sí ve premiados sus esfuerzos por impulsar un acuerdo de Gobierno. El pacto alcanzado con el PSOE ha servido para reforzar la idea de centralidad de Ciudadanos. Se aleja de su imagen anterior al 20-D, la de una marca blanca del PP, al haber demostrado su capacidad para entenderse con los dos flancos ideológicos. Se mantiene como tercera fuerza, pero con un respaldo del 16,9% sube tres puntos respecto a lo que obtuvo en diciembre.

Paradójicamente, quien se enfrenta ahora a un delicado dilema es el líder de IU, Alberto Garzón. Los electores premian su actitud durante los últimos meses y doblan el apoyo a estas siglas (de un 3,7% que les votó hace cuatro meses pasarían ahora a un 6,6%). Se refuerza la marca del partido justo cuando se plantea fundir sus esfuerzos con la formación de Iglesias.




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